jueves, 18 de febrero de 2010

Viernes 19/02/10 (02:01): Mei dei, mei dei!

Probando, uno, dosss, uno, dosss, tressss, q , w, e, r, t, y...

Listo. Ya está.

Síntomas piscianos perseptibles: Tambalismo, colgades, gracia (un poco), nostalgia, sentimientos levemente CRITICOS, se me mezcló todo. Va de nuevo... colgades sobreto todo, ah, y sentimientos CRITICOS y muchas emociones juntas, ah, y mucha fiaca también.

Bueno, ya está. Es el primer post y ya me dio bastante fiaca. Si se me ocurre algo mejor lo agrego mas tarde.

Edit (02:12): Che, y qué pasaría si el concepto de Alma estuviera erroneo?
Y si la humanidad fuera una gran conciencia, donde cada individuo sostiene esa gran uniformidad sin saberlo. Tiene sentido, inclusive justificando el instinto de supervivencia y reproducción desmedida del humano, sin el sabor de la realización, con la duda y búsqueda constante de su existencia en el plano material y espiritual.

Un amigo me mostró un cabo de esa idea. Cada persona vive para simplemente para dejar algo y que ese algo vendría a ser el alma, sin carácter de materia o conciencia personal; las ideas y las acciones como simple información útil para la existencia de la uniformidad. Lo malo se comprende desde ese punto de vista y lo bueno también, se diferencian claramente. El mal es lo que merma esa uniformidad, mas allá del deseo satisfactorio o no del individuo cometiendo la maldad, mientras que el bien es útil para la continuidad de la uniformidad. Es por eso que el humano naturalmente clasifica TODO.
En fin, eso que se transmite sería el alma, o parte de ella. Los recuerdos, las enseñanzas, los aprendizajes, la cultura, el arte, el odio y el amor. Y los sentimientos serían las únicas escaleras al cielo, como bien dice Led Zepellin, o como decimos mi amigo y yo: a la humanidad y a la uniformidad.

Es suficientemente maravillosa la vida como para necesitar seguir existiendo eternamente como individuos. Por qué tenemos que ser individuos eternos? Por qué no volver a amar a la humanidad, el mundo y las estrellas? Porqué no, al morir, ser parte de la totalidad? Permanecer en el brillo de los ojos de nuestra descendencia, en el fuerte latido del corazón provenientes de nuestros besos y abrazos, en cada palabra aprendida por ellos y cada gesto imitado.

Saludos.

PD: mei dei, mei dei... me acaba de despertar un ataque furtivo de emociones!

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